Panqueques!!!!
Cuando vives en una ciudad pequeña hay un sinnúmero de cosas
a favor que te simplifican la existencia. Todo queda más cerca, hay
tranquilidad y, aunque vivas cerca de una de las calles principales, no
escuchas más que una sirena de bomberos, ambulancia o carabineros en el día (y
eso es cuando las cosas están complicadas). Por otro lado, mientras más chica
es la ciudad, hay menos lugares donde ir y menos cosas entretenidas hay para
hacer. La comida rápida no es tan rápida porque eso implica ir al supermercado
a comprar los ingredientes y prepararlo en la propia cocina. Es por esto (y
porque en mi casa es más importante tener algo dulce para la once que tener
pan) que aprendí a cocinar desde muy chica y también aprendí muchas cosas a la
mala, relacionadas con la cocina.
Los panqueques son simples, ricos y se pueden hacer tantas variedades de rellenos y presentación que me parece que están totalmente subestimados. Dulces, saldados, enrollados, doblados a la mitad o en cuatro partes. La receta que uso yo es parte del libro verde de cocina de mi mamá, parte experiencia, parte lo leí alguna vez, en algún lugar y decidí tomarlo en cuenta. Primero, se toman todos los ingredientes (detalles más abajo, con la receta corta, si no les interesa saber cómo los hago yo paso a paso y sólo vinieron por la receta) y se meten a la juguera. Sí, a la juguera. Una vez que todo está licuado hay que enmantequillar la mejor sartén de la casa. Si hay una panquequera (de esas con los bordes medianamente bajos) mucho mejor!! Esta es la parte más importante: Una sartén buena y reemplazar el aceite por la mantequilla. Puede ser que calóricamente no exista ninguna diferencia, pero el sabor y textura de los panqueques cambia TOTALMENTE. La vainilla es opcional (y totalmente innecesaria si se quieren hacer panqueques salados), pero el leve aroma y sabor entregan una nueva versión de panqueques BUENÍSIMA! (y no lo digo porque yo los haga así, en verdad quedan muy ricos).
Ahora viene la parte más compleja, hay que probar la masa
haciendo el primer panqueque. La clave está en hacer una mezcla que no sea ni
muy líquida, ni muy espesa. La solución a ambos problemas es muy simple: Si
está muy líquida, es necesario añadir un poco más de harina; si es muy espesa,
un poco más de leche. Una vez que el equilibrio se logra, ponemos una pequeña
cantidad de mezcla en la sartén y se espera. Personalmente, prefiero un
panqueque delgado a uno que parezca una masa, por lo que si accidentalmente se
pone mucha mezcla en el sartén, rápidamente podemos vaciar parte de la mezcla
de vuelta en la juguera hasta que quede del grosor que esperamos. Continuamos
con la cocción de los panqueques que deben empezar a ser despegados con ayuda
de una espátula SÓLO cuando los bordes comiencen a despegarse solos. Apurar la
primera parte de la cocción sólo trae más problemas que beneficios. El
panqueque se rompe, dobla, cae, desarma. Mal, todo funciona mal porque con eso
llegan una cadena de hechos que sólo causan frustración, malhumor y las ganas
de comer panqueques desaparecen (no es que me haya pasado a mí un par de veces.
Para nada.) Así que, ármense de paciencia y esperen. Para amenizar un poco
siempre es bueno tener música para matar el tiempo muerto (que no estamos
usando lavando la loza) y ¿para qué negarlo? para usar la espátula como
micrófono y cantar/bailar nuestra canción favorita.
Cuando sea necesario dar vuelta el panqueque podemos usar
muchas técnicas. Una espátula es útil, recuerdo haber visto a alguien
ayudándose con la tapa de una olla o con un plato, y está por supuesto, la
técnica que sale en todas las películas donde se lanza al aire y cae
perfectamente para seguir dorando el otro lado. Al contrario de lo que muestran
las películas donde el panqueque queda pegado en el techo y cae desastrosamente
en toda la cocina, esta técnica no es PARA NADA difícil. Sólo tenemos que
arrastrar levemente el panqueque hacia adelante y lanzarlo hacia arriba
suavemente (atrapándolo cuando caiga, obviamente). Así, no sólo impresionarán a
quienes coman los panqueques después que estén listos, sino que también a
quienes los vean mientras los hacen. Cuando el panqueque esté dorado por el
otro lado, no queda más que repetir el proceso cuantas veces sea necesario
hasta que se acabe la mezcla. La cantidad de panqueques varía, a mí me han
salido desde 13 a 22 panqueques con la misma receta, pero principalmente es
porque soy pésima para seguir recetas y termino haciéndolas al ojo. Me
atrevería a decir que es más seguro que salgan entre 13 y 16 panqueques, si el
grosor que se espera es relativamente delgado (sigo preguntándome cómo hice 22
de una sola vez).
El relleno varía dependiendo del gusto, obviamente. Yo tengo
una obsesión probablemente nada saludable con el manjar y no lo cambiaría por
nada. Mis favoritos son con manjar, obviamente, un poco de azúcar flor y nueces
picadas encima. A eso también se le puede añadir un poco de helado de vainilla,
y/o plátano, porque seamos honestos, si estamos haciendo panqueques no
pretendemos tener algo bajo en calorías y si vamos a tener un ‘cheat day’ es
mejor hacer bien las cosas y poner todo lo que encontremos en el refrigerador. Mermelada,
nutella, miel de palma, frutas, salsas, cremas y helado, las opciones son
ilimitadas y las combinaciones infinitas. Para unas fiestas patrias usé colorante y los hice tricolores. Eso es procrastinación, aburrimiento y dedicación. Sólo hay que dejarse llevar por la
creatividad (y la gula, ups), y deleitarse con una buena porción de postre,
porque el postre SIEMPRE es una buena idea.
PANQUEQUES
Ingredientes:
1 huevo
2 tazas de harina
4 tazas de leche
1 cucharada de mantequilla
½ de polvos de hornear
1 cucharada de vainilla (opcional)
Manjar
Nueces picadas para decorar
Preparación:
Juntar todos los ingredientes y meterlos a la juguera.
Enmantequillar la sartén, poner parte de la mezcla,
suficiente para cubrir la superficie redonda y poner a fuego medio. Cuando los
bordes comiencen a despegarse se puede despegar el panqueque completo y dar
vuelta con ayuda de una espátula. Repetir el proceso hasta que se acabe toda la
mezcla. No es necesario enmantequillar de nuevo.
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