El hemisferio norte se ha encargado de que nuestra idea de Navidad
se vea completamente alterada con respecto a la realidad que tenemos en
Chilito, y el hemisferio sur en general. Ahora, siendo del ‘sur’ muchas veces
me tocaron navidades que parecían ocurrir en el invierno porque moríamos de
frío e incluso llovía (tristemente nunca nevó), así que la idea de una blanca
navidad, como dice la canción, siempre ha estado presente. Dentro de ese margen
fue que hace aproximadamente diez años, mi yo puberta decidió incorporar una
tradición navideña a la casa y empecé a hacer galletas de navidad. La primera
receta la saqué de los libros verdes gigantes que están en casi todas las casas
chilenas y funcionó bastante bien. He aquí la receta y el glaseado que usé por
mucho tiempo.
El año pasado, llegó a mis manos una revista mujer y con eso
descubrí las mejores galletas de miel y jengibre (según mi familia, yo no puedo
comer). Debo confesar que la vara no estaba muy alta porque las únicas que había hecho eran las del libro verde y quedaron duras como palo (había algún error en la receta, el libro no es mágico), así que si tienen el libro y pretenden hacerla, NO LO HAGAN!! Ahora, si las quieren usar de decoración o regalárselas a alguien como broma (o porque les cae mal), es cosa suya. En relación a la receta de acá, la cantidad de especias usadas puede variar según los gustos y las
cantidades también. Quizás no es necesario que sean decoradas o que sean
cortadas en motivos navideños, pero para mí es necesario considerando la fecha
y como se ven tan lindas pasan a ser parte de la decoración de la casa.
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| Pinterest |
Otra confesión es que no he hecho ninguna de estas recetas este año, así que tuve que ver entre mis archivos anteriores para encontrarlos (y la gente dice que las redes sociales no sirven de nada). Ahora dejo un contraste de idea de Pinterest versus la realidad. Según yo, es bastante aceptable, considerando que las frutillas son de verdad y por ende, son más deformes que las de la foto original y mucho más difícil de decorar. Y bueno, yo tomé la foto con una tablet no con una super cámara ultra bacán.
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| Mi versión |
El hemisferio norte se ha encargado de que nuestra idea de Navidad
se vea completamente alterada con respecto a la realidad que tenemos en
Chilito, y el hemisferio sur en general. Ahora, siendo del ‘sur’ muchas veces
me tocaron navidades que parecían ocurrir en el invierno porque moríamos de
frío e incluso llovía (tristemente nunca nevó), así que la idea de una blanca
navidad, como dice la canción, siempre ha estado presente. Dentro de ese margen
fue que hace aproximadamente diez años, mi yo puberta decidió incorporar una
tradición navideña a la casa y empecé a hacer galletas de navidad. La primera
receta la saqué de los libros verdes gigantes que están en casi todas las casas
chilenas y funcionó bastante bien. He aquí la receta y el glaseado que usé por
mucho tiempo. 
El año pasado, llegó a mis manos una revista mujer y con eso
descubrí las mejores galletas de miel y jengibre (según mi familia, yo no puedo
comer). Debo confesar que la vara no estaba muy alta porque las únicas que había hecho eran las del libro verde y quedaron duras como palo (había algún error en la receta, el libro no es mágico), así que si tienen el libro y pretenden hacerla, NO LO HAGAN!! Ahora, si las quieren usar de decoración o regalárselas a alguien como broma (o porque les cae mal), es cosa suya. En relación a la receta de acá, la cantidad de especias usadas puede variar según los gustos y las
cantidades también. Quizás no es necesario que sean decoradas o que sean
cortadas en motivos navideños, pero para mí es necesario considerando la fecha
y como se ven tan lindas pasan a ser parte de la decoración de la casa. 
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