Especial dieciochero: La Cueca

No tenemos idea quién sale en la foto. Perdón por ocupar
su foto, la encontramos en Google imágenes.
¡Y partimos con la primera patita del especial dieciochero del blog! No podían faltar los posts chilenizados para estos días, ya que es el momento perfecto para comparar y contrastar cómo vivimos el 18 a través de nuestro largo y angosto país. Y qué mejor para empezar esto, que comenzar hablando del, así llamado, baile nacional: la cueca.
Partamos estableciendo que yo no soy ninguna autoridad en términos de tal baile, y lo que sé es la acumulación de 12 años de lecciones de 1 mes, durante las clases de educación física. Pero como se dice, me defiendo jajaja. No sé en qué punto exacto aprendí realmente la coreografía, pero me imagino a una Kimmy de 6 o 7 años enredándose con sus propios pies caminando para el lado cuequísticamente (en la etapa de la media luna/floreo). En defensa de esa Kimmy pequeña, no era la única tratando de sacar coordinación de donde no la había. El punto es que después de tantos años de practicar una y otra vez para septiembre, al final aprendí pue' 'ombre.
Una cosa curiosa de la forma en que aprendí a bailar cueca, es que ya que mi colegio era sólo para mujeres (lee aquí mi post sobre las verdades de estudiar en un colegio para mujeres) teníamos dos opciones: o bailar en parejas de mujeres, o sea, ambas haciendo de mujer/china/gallina/whatever, sin "huaso", o haciendo coreografías. Por ejemplo, en el floreo cada una se iba a la esquina contraria, porque la mujer se tenía que mover hacia la derecha primero, y el hombre seguirla; sin hombres, terminábamos chocando en el gimnasio con la pareja del lado. Ni un llobri así po', pero no quedaba de otra, todas queríamos ser chinas (nada encontra de los huasos, pero aprender esos zapateos complicados por la buena onda no le llamaba la atención a nadie).
Pero bueno, el punto es que de esta forma igual todas a aprendimos a defendernos, y estar listas con el pañuelo en el bolsillo por si sale una cueca de emergencia. Porque esas cosas pasan en las regiones huasas de este bello país. Típico que toda la familia se junta para el dieciocho, y los tíos achispados con los terremotos o la chicha se ponen a intentar bailar cueca; pero ¡surprais! YO SÍ SE BAILAR, BITCHES. Y cometes el peor error de tu vida, porque cuando cachan que sí sabes bailar, terminas bailando con el primito de 2 años, así como con el vecino paracaidista de tu tía abuela.
Pero siendo sinceros, a menos que estés en una academia de cueca, y te presentes ante público, es la única finalidad que esas horas invertidas en aprender a bailar tendrán. Así que, hay que puro darle y zapatear hasta que no ardan las velas, o hasta que esté listo el asado/empanadas/anticuchos/choripanes/etc. Entonces sabemos que por ese día 18, y a veces también el 19, tenemos nuestro momento de BRILLAR. Jajajaja.
Ahora, siendo más serios, la verdad es que ver bailar cueca bien, pero bien, es bonito. Hay muchas personas que dicen que es un baile super fome, y puede que comparándolo con otros bailes latinoamericanos, igual sí, pero cuando alguien lo baila así con toda la pasión y le pone color (if you know what I mean), pucha que se ve bonito. Pero así como el taita manda, con vestido de china bien vaporoso con el falso (ná de huasas elegantes aquí), con espuelas y manta los huasos (todos asados de calor eso sí) y moviendo los pies como que no hubiese un mañana. En Curicó la Fiesta de la Chilenidad fue el fin de semana pasado, y tuve la oportunidad de ver muchos grupos y academias presentarse; ná que decir pue', boneeeeeto todo. Así que si tienen la oportunidad de acercarse a nuestro baile nacional un poquito más, quédese un ratito viendo en las fondas, o aprenda a bailar. Mire que uno nunca sabe cuando le va a salir una cueca de emergencia por ahí.

¿Qué es lo que más te gusta de la cueca? ¿En donde vives te ha tocado alguna cueca de emergencia?

Aquí un video que encontré en internet, para empezar a ponerse a tono, chiquillos.

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